Relatos de Mocheños: Historias y Leyendas
¿Un castigo o un milagro?
Hace muchos años y antes que se quemara la Iglesia de Mocha en 1938, se recuerda que en el templo habían dos imágenes de San Antonio como patronos del pueblo: el Moro, como tambien llamaban al más joven que atraía a los feligreses por su simpatía; el otro era más viejo, antiguo, obeso y pesado.
El joven, por supuesto, era más liviano y de reluciente aspecto. He aquí la historia que se da por cierta.
En las procesiones de todos los años, el San Antonio joven o Moro - era el que tenía preferencia pera ser sacado en andas. En cuanto al antiguo, era relegado a un verdadero cautiverio en el templo desde que llegara el nuevo. Esto aconteció, ya que se da el nombre del cura, para mayor credulidad, que faltando pocas horas para iniciarse las festividades del Patrono, se le ocurrió al cura pasar las fiestas con los dos San Antonio, contraviniendo el pensar y tradición del pueblo.
Para esto, el cura se tomó el trabajo de rebajar la obesidad del patrón viejo, para dejarlo más liviano y presentable. Pero, aquí está el castigo por milagro: el señor Cura no pudo dar término a su trabajo de cirugía estética, pues fuertes dolores y calambres estomacales se lo impidieron.
Por su parte, los Mocheños lo censuraron, por lo que ellos consideraron grave falta contra el Patrono San Antonio.