Relatos de Mocheños: Historias y Leyendas
Suceso increíble
Mi padre, José Rivera Argote nos narraba lo siguiente: que cuando él tenía 17 años de edad, en su pueblo natal Limaxiña, sus padres decidieron hacer un viaje al pueblo de Mocha, partiendo de noche con la tropa de animales, por el camino arriero que conduce al alto de la Cuesta de Pijillache, denominada así, porque en su base se encuentra un predio agrícola llamado “Pijillache”.
Llegaron como a la medianoche a la cumbre de dicha cuesta, donde existe todavía una cruz. Al divisar el pueblo de Mocha, se sorprendieron tanto su padre como su madre, pues vieron salir una procesión con muchas velas encendidas que recorrían las calles del pueblo, retornando a la iglesia al final de dicha procesión.
Una vez que bajaron la cuesta, acamparon en el lugar que los mocheños llamaban el “Hotel El Molle”, porque siempre acampaban en ese lugar los que venían del altiplano, a vender sus mercancías en tropas de llamos. Al día siguiente, despertaron muy temprano y vieron pasar un minero que iba a trabajar a la mina de Ocharaza y le preguntaron qué fiesta celebraban en el pueblo esa noche. Y el minero respondió: “Ninguna, no he sabido ni sentido nada anoche.” Este acontecimiento lo vieron tres personas, por lo tanto es increíble, pero cierto a la vez.